Los zapateros victorianos inventaron la bota Chelsea y su talón elástico sin cordones como rebelión contra las limitaciones de los cordones que normalmente se encontraban en las botas de montar en la época del reinado de la reina Victoria. Avance rápido unos pocos cientos de años y el Chelsea estaba sujeto a un renacimiento en los años 50, entre la escena artística del este de Londres. Los Beatles comenzaron a lucir botas de aspecto esbelto con trajes ceñidos a rayas en Abbey Road, mientras que los Rolling Stones los redujeron con jeans rockeros de cuero en el escenario. Y el resto es historia de la moda dulcemente afinada.
El Chelsea, llamado así por el área de Londres en el suroeste de la ciudad, es icónico, elegante y llegó para quedarse. Igual de populares entre los banqueros, como lo son entre los tipos independientes y los profesionales en el lugar de trabajo (técnicamente, las botas de trabajo son un Chelsea grueso), el tiro de Chelsea (parte del tobillo) es ultra funcional con su ajuste sin cordones y punta redonda media para movimiento.
Su variación en la altura del tacón lo hace versátil y mejor que otros zapatos: plano para comodidad informal y facilidad para caminar o ligeramente más grueso para hombres más bajos (aquí no hay tacón cubano) y ocasiones más formales.
Cómo usar botas Chelsea
De todas las botas, las líneas limpias, el acabado suave y la ausencia de detalles que distraigan hacen que las Chelsea sean las más refinadas para los trajes en el lugar de trabajo. Para la oficina, echa un vistazo a las marcas Adieu, John Lobb y Aquila de Australia. Sigue el ejemplo de The Beatles y combínalos con rayas finas estilo Wall Street o una bomber de cuero de gamuza y jeans que funcionan igual de bien para el fin de semana. Los Chelsea de estilo rockero se ofrecen actualmente en Edward Green, Givenchy y Dior.